Cuando te has reinventado tanto y con tan poco éxito que solo deseas recuperar el dinero gastado en el negocio de la reinvención

Qué passa en España cuando eres un trabajador en paro o un autónomo que está perdiendo la clientela? A parte de que te sueles dejar barba para sentirte estéticamente improductivo, que aparece siempre un amigo, un familiar, o un Mesías de la modernidad que te dice: “toca reinventarse”.

En ese momento, tu ya has sido condenado por el estigma de ese verbo cuando tu interlocutor te asesta el golpe definitivo: la frase que más odias y que no quieres oir, pero él o ella se quedan tan a gusto y te dicen “En la vida, hay que reinventarse o morir”.

En ese momento, tu ya has sido condenado por ese verbo cuando tu interlocutor te asesta el golpe definitivo con la frase que más odias y que no quieres oir

Claro, la primera vez que escuchas esta sentencia te la tomas en serio, pero cuando ya has vivido esta conversación 5 veces empiezan los problemas. Porque hace 20 años, te reinventabas y, por ejemplo, dejabas de trabajar en una oficina de un banco y te hacías masajista y eso te garantizaba un trabajo estable para muchos años.

Quizás, en vez de seguir reinventandose para la siguiente reinvención, haya decidido hacer frente a los gurús tecnológicos y asesores que le han invitado a reinventarse

Ahora, en cambio, reinventarse es algo más complicado porque vivimos en un mundo en el que todo se actualiza casi a diario (y no solo las aplicaciones de móvil, también la bajada de sueldo, por ejemplo). Así que este artículo va dedicado a ese trabajador autónomo de 40 años, licenciado, con dos Masters y tres posgrados, que se ha cansado de escuchar, cuando perdía un trabajo o a un cliente, la frase maléfica de “ahora toca reinventarse”.

Ese currante que al principio se lo creía y hacía todo lo posible para reinventarse, apuntándose a cursos de formación, de idiomas, terapias de marca personal, y que ya ha dicho basta.

El autónomo, con una carrera y dos Master, se ha situaría justo delante de la sede del INEM con un cartel que dice: “reinventarse y morir”

Este señor no ha tenido que reinventarse nunca.

Uno de los poco españoles que no necesita reinventarse. Genial ilustración de @JRMora

Después de haber tenido 13 clientes diferentes y 4 contratos de obra temporales en cinco años, qué le queda a este autonomous  por hacer?

Quizás, en vez de seguir reinventándose para la siguiente reinvención, haya decidido hacer frente a los empresarios, gurús tecnológicos y asesores que le han invitado cada vez a reinventarse profesionalmente.

Esa persona que, en 5 años ha gastado más en coaching y psicólogos que lo que le pagaban algunos clientes cada mes. Y que explica que “el último personal trainer me dijo que tenía que pedir limosna por la calle, que esto era una reinvención con futuro”, qué puede hacer? Quizás seria mejor ponerse en huelga de hambre?

En 5 años ha gastado más en coaching y cursos de Marketing Digital, que lo que le pagaban algunos clientes cada mes.

El autónomo se situaria delante de la sede del INEM con un cartel que dijera: “reinventarse y morir”, en homenaje a todas aquellas personas que en el acto de reinvención, han vaciado su economia y se han dejado el alma.

“El último personal trainer me dijo que tenía que pedir limosna por la calle, que esto era una reinvención con futuro”, qué puede hacer? Quizás seria mejor ponerse en huelga de hambre.

“No comeré nada hasta que no se pueda deducir fiscalmente las facturas mánagers, coachs, cursos de Marketing Digital, clases de yoga y meditación, y también de psicólogos, que he tenido que pagar para superar los cambios de trabajos y afrontar las nuevas reinvenciones”, seria un buen argumento para un hombre, o mujer, que, cuando decidiera volver a comer, solo aceptaría ‘platos reinventados’ al estilo Ferran Adrià.

No comerá nada hasta que no se pueda deducir fiscalmente las facturas que ha tenido que pagar para superar los cambios de trabajos y afrontar las nuevas reinvenciones

Y vosotros os preguntareis:  haciendo una huelga de hambre conseguiría sus objetivos? Seguramente no, su impacto se reduciría a hastags y quizás algún breve en las televisiones.

Pero lo más curioso es que, tras finalizar su huelga de hambre, el sujeto reconocería haber “seguido la estrategia de su último profesor online de Marketing Digital. Me quejo pero a la vez hago branding”,  concluiría.

Tras finalizar su huelga de hambre, el sujeto reconocería haber “seguido la estrategia de su último profesor online de Marketing Digital. Me quejo pero a la vez hago branding”,  concluiría.